La venta de drogas a través de plataformas digitales es un problema en aumento y una de las aplicaciones más utilizadas para este tipo de actividad es Telegram.
A pesar de los intentos recientes de la plataforma para limitar el acceso a contenidos ilegales, los vendedores y compradores de drogas siguen encontrando formas de operar.
La aplicación, famosa por su privacidad y capacidad para crear canales de comunicación privados y anónimos, ha facilitado la creación de redes de venta de drogas en diversas partes del mundo.
Hasta hace poco, bastaba con escribir "comprar drogas" en el buscador de Telegram para que los usuarios encontraran canales donde adquirir sustancias ilegales, como cocaína, marihuana o éxtasis.
Sin embargo, desde la detención del fundador de Telegram, Pavel Durov, en Francia en agosto, la compañía ha comenzado a implementar restricciones para combatir el uso ilícito de su plataforma.
Durov anunció que la función de búsqueda de la app había sido mal utilizada para la venta de productos ilegales. Para frenar esta práctica, Telegram deshabilitó ciertos resultados de búsqueda que conducían a canales dedicados a la venta de drogas.
No obstante, expertos como el sociólogo Matías Dewey, que ha investigado el mercado de drogas en Telegram, señalan que aún persisten algunos vacíos que permiten la continuidad de este comercio clandestino.
Aunque Telegram ha tomado medidas para desactivar búsquedas relacionadas con drogas, como "comprar drogas", otros términos menos directos, como "comprar", todavía arrojan resultados relacionados con la venta de sustancias ilegales.
Telegram también lanzó un canal para que los usuarios reporten búsquedas sospechosas, con la promesa de desactivar las que puedan estar vinculadas con actividades delictivas.
Sin embargo, la sofisticación del mercado de drogas en la plataforma, con canales que sirven como vitrinas y chats privados para negociar, hace difícil eliminar completamente esta actividad.
Un estudio realizado por Dewey y otros investigadores ha revelado que los usuarios de Telegram, tanto vendedores como compradores, valoran la seguridad y rapidez que ofrece la plataforma.
A diferencia de métodos tradicionales, donde el comprador debe exponerse a situaciones peligrosas, Telegram permite que las transacciones se realicen de manera digital y con entregas a domicilio, minimizando los riesgos.
Además, la aplicación protege la privacidad de los usuarios al ocultar sus números de teléfono, lo que les permite operar sin temor a ser rastreados.
Este anonimato, sumado a la facilidad de las transacciones, ha convertido a Telegram en un terreno fértil para el mercado de drogas, a pesar de los recientes intentos de regulación.
Pavel Durov ha prometido colaborar con las autoridades cuando existan pruebas claras de que se están cometiendo crímenes en la plataforma, incluyendo la venta de drogas.
No obstante, expertos como Dewey destacan que, en la práctica, las autoridades suelen abandonar la investigación de delitos en Telegram debido a la dificultad para obtener pruebas contundentes.
La eliminación definitiva del mercado de drogas en Telegram será un reto, dado que no solo involucra la compra y venta de drogas tradicionales, sino también de sustancias menos comunes y más peligrosas, como la ketamina y el "tusi".
Por ahora, las medidas de Telegram parecen insuficientes para desarticular completamente estas redes.